SinopsisHarry y Craig tienen 17 años y están a punto de embarcarse en el beso más largo de la historia. No solo quieren romper el récord mundial, sino que también buscan generar conciencia en la sociedad, mostrarle que no hay nada malo en que dos chicos se besen.
Mientras los rodean las cámaras y una multitud, que los apoya tanto como los repudia, Harry y Craig logran llegar a las vidas de otros jóvenes que se encuentran lidiando con su sexualidad. Cada uno de ellos la transita de una manera distinta; algunos con aceptación y otros con tanto dolor que están al borde del abismo.
Narrada por un coro de voces que representa a la generación que perdió la batalla contra el sida, Dos chicos besándose es una novela esperanzadora sobre igualdad y la libertad. David Levithan nos muestra que la esencia del ser humano siempre es la misma, sin importar si nos gusta un chico o una chica.
Como nos tiene acostumbrados, los libros de David Levithan se destacan por incluir fuertes personajes masculinos homosexuales, y Dos chicos besándose no es la excepción.
Además de la historia principal, Levithan crea otros personajes que enriquecen a la narración del beso: Avery y Ryan que están empezando una historia de amor, Peter y Neil, que hace más de un año que formaron una pareja afianzada y, para mí la parte más dolorosa, Cooper, un chico de 19 años que se encuentra frustrado por el rechazo familiar y la soledad en la que está sumergido.
Como nos tiene acostumbrados, los libros de David Levithan se destacan por incluir fuertes personajes masculinos homosexuales, y Dos chicos besándose no es la excepción.
La historia gira alrededor del récord que buscan batir Harry y Craig -besarse durante treinta y dos horas, doce minutos y diez segundos. Si bien ellos fueron pareja en el pasado, ahora solo como amigos se embarcan en esta aventura para generar conciencia en la sociedad, luego de una golpiza que recibió Tariq por el simple hecho de ser homosexual.
Uno de los principales problemas es que, si bien la familia de Harry conoce su elección sexual y la aceptan con mucho amor, los padres y hermanos de Craig, lo ignora. De hecho, ni siquiera saben que van a besarse en el estacionamiento de la escuela, frente a muchísima gente, durante más de treinta horas.
Los narradores de la historia son hombres que perdieron la batalla contra el sida, que invitan a reflexionar sobre los avances que hay entre la sociedad en la que vivieron y la actual. Pero, no porque haya habido avances, quiere decir que todo está perfecto, falta mucho por hacer y es nuestra generación la que tiene que tomar cartas en el asunto.
Levithan logra su objetivo de crear conciencia y empatía con cada uno de los personaje. Creo que al final del libro es inevitable pensar lo importante que es el amor para nosotros, sin importar género o sexualidad. Si te movilizan estos temas, seguramente lo vas a disfrutar tanto como lo hice yo.
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